¿Conectamos con nuestra parte más primitiva durante el parto?
- Cecilia
- 5 feb 2018
- 3 Min. de lectura

Hoy planteamos un tema que yo, hablo desde mi experiencia personal y profesional, siempre he tocado de refilón en las múltiples formaciones realizadas como matrona, pero que creo que tiene una gran importancia y muchas veces no le dedicamos la atención debida. Por eso desde nuestro método no solo queremos explicárosla sino que forme parte del mismo.
Antes de nada os preguntaréis, ¿De que estamos hablando o a que nos referimos concretamente al decir conectar con la parte más primitiva?
La parte más primitiva de nuestro cerebro y el neocórtex
Hay una sección de nuestro cerebro que es el encargado de mantener nuestros instintos más básico y primarios, muy relacionada con el instinto de supervivencia. En cambio, el neocórtex o neocorteza es la parte del cerebro responsable de nuestra capacidad de razonamiento, permitiendo el pensamiento lógico y la consciencia. Se trata del área del cerebro que permite todas las funciones mentales superiores y las funciones ejecutivas (especialmente localizadas en el lóbulo frontal).
Al activar nuestro neocórtex, inhibimos gran parte de nuestros instintos primarios, y eso es lo que ocurre en muchos partos. Durante el proceso de parto no necesitamos a nuestro neocórtex activo, simplemente necesitamos que nuestro cuerpo desarrolle esa actividad para la que está perfectamente programado desde el momento que existe, EL NACIMIENTO. El poder conectar con partes más primitivas permite que el proceso fluya de manera natural y fisiológica, encontrando menos obstáculos en su desarrollo y permitiendo secretar las hormonas necesarias. Esta lleva a una total liberación de la mujer donde adoptará las posiciones que considere necesarias, gritará, optará por el silencio... Y nosotr@s deberemos favorecer que eso se produzca.
Como favorecer este aspecto
Ante todo la parturienta no deberá de ser estimulada, es una manera en la que evitamos que el neocórtex se active. Para ello desde el Método CalvOntiveros aconsejamos:
- Reducir los mensajes complejos: Durante el momento del parto no es necesario recurrir a feflexiones o disertaciones con la mujer, incluso evitaremos preguntas complejas. En muchas ocasiones es mejor no decir nada, dejar que el proceso fluya y que el silencio inunde la habitación... y si necesitamos decir algo que sean frases de apoyo o palabras de ánimo.
- Disminuir la intensidad de la luz
-Favorecer la intimidad: Permitir que la mujer este con la persona que ha elegido, generalmente su pareja, y que los profesionales y el resto de participantes se queden en un segundo plano, casí como si no estuviese. Esto también implicaría,y sobre todo el los hospitales reducir el número de personas que están presenten mientras se produce el nacimiento.
Lo que se plantea tiene una base científica, pero también es sentido común. Os voy a plantear dos situaciones, y decidir cuál os gustaría más:
-Parir en un ambiente tranquilo, sin apenas ruido, tu pareja se sitúa a tu lado agarrándote la mano y susurrándote palabras de apoyo. Un poco más allá se encuentra la matrona, a la que apenas percibes, pero que está allí por si la necesitas...La luz es tenue, no molesta a tus ojos...
-Estás pariendo mientras a tu alrededor hay 5 personas( la auxiliar, el médico, 2 estudiantes de medicina y la matrona). Mientras tu estas empujando te empiezan a preguntar que cuando rompistes la bolsa, que si has ido a clases de preparación al parto...Una luz fuerte y artificial está sobre vosotras...
Tengo claro que eligirías la primera, así que ya sabéis en el momento el parto intentar conectar con vuestra parte más primitiva ( tenéis un par de ideas para saber por donde empezar).
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