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La historia de Lola

  • Ángela
  • 22 sept 2017
  • 5 Min. de lectura

Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Mi nombre es Ángela. Tengo 27 años. Soy fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y mamas.

Hoy os traigo la história más bonita de mi vida, la más impactante y la que más me ha llenado. Soy la mamá de Lola, que ahora mismo tiene 1 añito recién cumplido. Os voy a contar el día que nació y lo maravilloso que fue vivir esa experiencia.


Lola nació el 16 de septiembre del 2016 a las 8:36 a.m., día de luna llena. Todo empezó... bueno creo que todo el mundo sabe cómo se empieza una historia así, jaja. El caso es que cuando ya estaba justito de 39 semanas y media, un miercoles por la mañana, empezó el jaleo.


Nos tocaba monitores y me dijeron que me estaban dando cada 16 minutitos más o menos. Ya notaba yo alguna cosita, como un dolorcillo en la lumbar, así como quien no quiere la cosa, pero la verdad es que lo llevaba bien. Me pasaron a la ginecóloga y me dijo que estaba de 2 cm, que me fuese a casa y volvieses en 4 horas o así. Nos fuimos y llamé a Cecilia, que ahora mismo os la presento: Ceci, mi matrona y la mejor que conozco, enfermera, alegre, súper activa y familia. Me dijo "voy y escuchamos a Lola". Nosotras ya habíamos hablado de este momento, ella iba a traer un Sony (un aparato para poder oír el corazon del bebé) para escuchar a Lola de vez en cuando mientras me daban las contracciones, e iba a estar viendo mi dilatación. El plan era aguantar todo lo que pudiese en casa y disfrutar.


Es verdad que todo el mundo tiene miedo al momento del parto, pero mi mentalidad era disfrutar. Yo estaba muy tranquila, me había preparado mentalmente y físicamente. Quería y tenía ganas de saber lo que se sentía, de notar a mi Lola. Eso era lo que más me alucinaba, como en cada contracción notaba a mi bebé, su forma perfecta, ¡era increible! No tenía miedo al dolor, lo considero normal, siendo un proceso donde el útero se contrae cada poco tiempo y se prepara para el momento. Era muy bonito sentir mi cuerpo, ¡estaba feliz!


No os voy a mentir, a mi me dio dolor de lumbares y duele muchísimo. En cada momento ahí estaba Ceci, dándome un masajito lumbar, y lo aguantaba bastante mejor. El miercoles las contracciones eran muy soportables, pero me empezó a entrar mogollón de hambre. Le pregunté a Ceci y me dejo comer de toooodo, me hizo muy feliz, jajaja. Me puse con una hamburguesa, spaguetis, queso, patatas jajaja... Yo nunca como eso, pero era la primera vez que el cuerpo me lo pedía, sí o sí! Claro, ahí el cuerpo tiene muchísimo de desgaste.


Esa noche Ceci se quedó con nosotros. Estaba cansada de las contracciones pero no me podía dormir profundamente, porque venían cada poco. Hasta las 5 a.m. me dormía y me despertaba como cada 15 min, y después no sé si se pararon o qué, pero logré dormir 2 horas seguidas. Al día siguiente ya me empezaron a dar cada 7 min y ahí ya se notaba la intensidad, empezaba a estar un poco cansada, pero me seguía alucinando la forma de Lola en mi tripa, impactante!! En mi casa tenía de todo, fit ball, colchoneta... la mejor forma en la que yo soportaba las contracciones era a cuatro patas o andando. Me metí un rato en la bañera y con el agua calentita dandome en la espalda mejoraba mucho, pero tambien se hacían más lentas, yo no estaba para hacer aquello más lento jajaja. ¡Ya estaba tardando mucho! La compañía de Ceci y su atención me ayudó mucho y junto a mi marido me hacían reir, aunque no hacía mucha falta, yo estaba muy feliz.


Cuando me empezaron a dar cada 4 minutos fue cuando Ceci me dijo: "¡Ahora estás de parto!". Imaginaos mi cara jajaja. Cada vez me daban más seguidas y tenía un cansancio encima que ya no podía más, y nos fuimos al hospital. Llevaba ya casi un día y medio con contracciones. Allí todo muy bien y muy rápido a la hora de atenderme, con Ceci en nuestra compañía era más fácil. Rápido me pusieron la epidural, el cansancio contribuye a que el dolor sea más insoportable. Pueden ponertela sentada o tumbada de lado, pero importante no moverte en 5 minutoa. Imaginad si a mí me venían cada minuto decirme que no me moviese. Fue algo difícil pero lo conseguí. Ahí ya fue descansar y Ceci venía de vez en cuando a ver si dilataba. Las horas pasaban y parecía que eso no avanzaba. Había que probar nuevas opciones : oxitocina, cambios de postura (vertical, cuatro patas), me entró un poco de fiebre... La verdad que Ceci entraba y salía, pero aquello no iba a más, Lola no quería salir. Yo estaba muy muy tranquila, pensaba que a mi niña le estaba costando más pero que necesitaba su tiempo, no pasaba nada, iba a aguantar todo el tiempo que necesitase. Lo único que tenía una sequedad de boca muy muy grande (no en todos los hospitales está permitido beber).


Pasaron unas 8 horas más y seguía igual. Bajó la ginecóloga y me dió dos horas. Si no, no lo dijo, pero seguramente sería cesarea.

Mi cabeza ahí se colapsó. En vez de pedir un palito de estos que te dan para que no se te seque la boca, pedí 4. Durante esas dos horas liberé tensiones y me imaginé la anatomía de mi cuerpo perfectamente, pensaba en la mantequilla como se funde lentamente sin esfuerzo alguno, eso era mi útero. A Lola no la estaba costando nada. En cuanto bajo la ginecóloga y me examinó, atención: estaba completa!! 10 cm!! No me lo podía creer, el poder de la mente.


A partir de ahí ya fue muy fácil y muy bonito. La epidural no me había dormido por completo y podía sentir más o menos la mitad y una de las piernas bien. Me coloqué de lado y me cogí la pierna que sentía, mi marido me ayudaba. En cada contracción fue muy facil empujar, yo la sentía y llevaba la fuerza desde la parte de arriba del abdomen, donde empieza la tripa. Poco a poco sentía a Lola más cerca. Una de las veces la toque la cabeza, increible!! Estaba ahí!! Ceci nos decía que ibamos muy bien y que ella no tenia que hacer nada, lo controlaba todo mucho para no tener que hacer ninguna episiotomía. A los 40 min de estar empujando muy poco a poco, sin prisa pero sin pausa, ahí estaba! La sacamos y me la puse encima! Cuatro quilazos perfectamente formaditos!! Ese momento es más que eso, es un momentazo!! No se ni describirlo, es algo impactante!! Cada vez que lo cuento se me eriza la piel! Es lo más bonito que puede vivir una persona. Repetiría sin dudarlo!!


Después con tu bebe encima te olvidas de todo. Tuve la mejor atención, solo 3 puntitos y perfectamente cosidos por esta súper amiga.


Ésta es la historia de Lola, lo más bonito.

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